Realizar ajustes, recortes y reemplazos de personas es inherente a este proceso transformacional en el que la empresa debe asegurar que el mejor talento permanezca en la organización y para ello, evaluarlo es una necesidad, pues los resultados ayudarán, objetivamente, a identificar a quienes están capacitados para alinearse cognitiva y culturalmente con los nuevos requerimientos de la organización.